Lopera Bike

domingo, 27 de septiembre de 2015

Crónica Ruta "Los Muros"

"Cuando realizamos ejercicio en bicicleta, podemos sentir que las piernas nos duelen o se cansan cuando vamos pedaleando. Esto podría ser la forma de nuestro cuerpo de decirnos que estamos pedaleando demasiado o puede ser un síntoma de una condición médica"


Trece bikers nos dimos cita esta mañana a las 8.30 am para realizar la ruta oficial programada, aunque no todos la harian, pues cinco de nosotros, por diferentes motivos, iban a comer churros a Marmolejo.


Bajada hacia Villa del Río, con bastante fresquito, lo que nos hacia hechar en falta algún manguito o cortavientos, pero que al llegar a la autovía sinceramente nos dimos cuenta que poca falta iba a hacer. En Villa del Río se nos unieron los compañeros Jose Godoy y Antonio. De esta manera los quince iniciamos las primera rampas de subida a los ventorrillos en diferentes grupitos. En el cruce del pantano nos hicimos la foto de grupo, ya que los cinco churreros tomarían dirección a Marmolejo.


Por tanto, los diez restantes iniciamos la segunda de las ascensiones de la ruta, hasta "los rasos ", con un ritmo adecuado, que nos hizo subir a todos al unísono en grupo, raro en esta ruta. Sin parar, acometimos la tercera ascensión al alto de Españares, donde ahora sí que el grupo se dinamito en tres o cuatro grupos. Entre dolores abdominales, dolores de piernas  y bajadas de azúcar, la cola de pelotón parecía la sala de urgencias de cualquier consultorio.


Pese a todo, llegamos a La Venta del Charco donde realizamos el avituallamiento, con muy buenas "vistas". Los churreros, pues ya se sabe lo que iban a comer, no ??.



La foto de Diego comiendo churros, un clásico de nuestro club.

Tras el desayuno nos vamos hacia Cardeña, con las piernas frias o eso pensaba yo en ese momento, entre comentarios y chascarrillos, donde la protagonista era la chica que nos habia servido el desayuno. Pretendientes les han salido unos cuantos en el grupo. Pero el grupo aprieta, pone velocidad de bombero, y lo que parecía dolor de piernas tras parón, se vuelve en algo mas profundo. Me equivoqué y en lugar de volverme, continué. Craso error.


Acometemos el inicio de la carretera de los muros, donde el grupo se parte en dos. Cuatro delante, y seis detrás acompañadome para no dejarme descolgado, pues aunque aguantaba a buen ritmo al grupo, los toboganes de esta carretera poco a poco iban mermando mis piernas, siendo cada repecho un Turmalet.


El grupo de detrás nos paramos como de costumbre para hacernos una foto, en las impresionantes vistas de este tramo, iniciando a continuación la bajada al Pantano del Arenosillo, aunque actualmente de pantano tiene poco.


Muchos eran los que realizaban esta ruta por primera vez, y la verdad, que no paraban de alabar la ruta, pues las vistas y la carretera son excepcionales, aunque exigente. Tras llegar al pantano, toca de nuevo subir, aunque a un ritmo mas pausado.


En el cruce nos reagrupamos todos, bajando juntos hasta Montoro y a continuación por la vía de servicio llegar hasta Villa del Río, donde yo y Antonio continuamos la marcha , mientras el resto paraban a reponer agua. En la recta de Villa del Río nos volvemos a reagrupar, acometiendo las últimas rampas, cada cual a su ritmo. El mío, os lo podéis imaginar.


Al final, llegada a Lopera, donde el grupo para a reponer fuerzas con la rubita fresquita, tras 108 km y 1.700 metros de ascensión acumulada.


Ahora, cobra sentido el parrafo inicial, y es que cuando se carga mucho la viga, esta se puede romper, y eso precisamente es lo que me ha pasado esta mañana, aunque afortunadamente hemos podido completar la ruta, y hoy sea de los días que estás deseando bajarte de la bici y llegar a casa, para seguir el consejo del filosofo del grupo, el Sr. Diego " lo mejor es una siesta con pijama y orinal". Mano de santo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario