Lopera Bike

lunes, 2 de enero de 2017

Crónica Pintao-Dragon Kahm

Ya tenemos aquí el 2017, y para empezar con fuerza el año, hoy hemos subido el Pintao y de regalo bajado el Dragón Kahm. No ha sido la Pandera, como ayer hizo nuestro compañero Antonio Pedrosa, pero no está nada mal para iniciar el año.



Así que 7 socios del club mas los dos "peques" iniciamos a las 9:30 am, tras el tráfico de los aceituneros, la ruta dirección a Marmolejo, con menos frío del esperado, aunque las nubes hacían que el sol no saliera con fuerza, y un aire bastante desagradable, hacían que la marcha fuera lenta y "pestosa".



Llegando a la autovía se nos unió el compañero José Caro, y al mismo tiempo Antonio Moscoso, que nos acompañó hasta el pueblo. Ya metidos en faena, como de costumbre paramos en el puente romano, donde mientras observábamos las acrobacias de un grupo de moteros, algunos se despojaban de las prendas de abrigo para adentrarnos en la sierra.



Así que juntitos subimos la presa, y seguidamente iniciamos el camino del comisario, hasta llegar a la portada, donde paramos para repostar, quitar cortavientos, hacer pis y alguno a pegarse un peo que casi nos ahoga al resto del grupo ( y eso que estábamos al aire libre - vaya tubo de escape). Otros como Paco llevaban una caca de perro en la rueda que lo llevaba atufado.



Tras tomar "aire", empieza lo bueno, con las rampas preliminares que nos dejaban a los pies del Pintao. Aquí como siempre cada uno a su ritmo. Delante Manuel, Juan y José Antonio, volaban. Toni hacia lo que le daba la gana, subia, bajaba, hacia fotos, vamos un crak. El resto a nuestro ritmo. Elu que iba acojonaillo del mal cuerpo que le estábamos poniendo, conoció en sus carnes la dureza de la subida, aunque la solventó sin demasiados problemas.



Ya en la cima, realizamos el avituallamiento y las fotos, para enseguida ir en busca de la bajada del Dragon Kahm. Pero para ello hay que subir un poquito, entre cantidad de boñigas de animales, con los mákinas de Juan, Toni y Manuel, subiendo lo insubible. Ya en la cima iniciamos la bajada, que como siempre es espectacular, y que como siempre hay caída de Chueco, aunque sin consecuencias.



Tras la bajada, en lugar de subir a la deshesilla y bajar valdeleches, decidimos volvernos por el comisario para llegar con tiempo de la cerveza. Ritmo de bombero hasta el puente romano, y subida de algunos por la fuente Conejito y otros por la carretera. En la autovía nos abandona Jose, y el resto acometemos la subida a la trocha a un buen ritmo, reagrupándonos en el cruce de la carretera. 



Reanudamos la marcha con previo pinchazo de Juan, que debe de volver a parar en medio de la bajada de las Pitas. Tras reparar de nuevo el pinchazo, llegamos a Lopera con 53 km y 995 metros de desnivel en 3 horitas.



Como buena ruta que se tercie, el colofón es unas cervezas con aperitivo en el Batachá, sentados al solecito tras una muy buena ruta.

Para el próximo domingo estamos organizando una ruta por Santa Elena o Aldequemada. Estad atentos




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